¿Qué es la Ansiedad?
La ansiedad es un afecto que todos conocen. No obstante, hay personas que la experimentan como una suerte de “sentimiento base”, que está presente de forma relativamente permanente o con demasiada frecuencia. Para algunos está asociada a contextos particulares, por ejemplo a situaciones sociales o laborales. En sus formas más agudas algunos la denominan angustia, porque la palabra describe mejor la fuerza del sentimiento.
A menudo la persona no es capaz de identificar una causa concreta de porqué se siente así o, si lo hace, pareciera no ser lo suficientemente relevante como para causar el nivel de ansiedad que sufre. Tener que ir a buscar a un hijo al colegio, una invitación a un evento o un pequeño detalle pendiente, pueden gatillar una intensa sensación de malestar, tensión y agobio.
Además de lo desagradable que resulta sentirse ansioso en sí mismo, a menudo representa el inconveniente de frenar a las personas a llevar su vida de mejor manera. Puede percibirse como una carga adicional y frustra a quien la sufre, pues no tiene un sentido claro. Esta sensación de estancamiento muchas veces impide que la persona pueda hacer algo que le gustaría o bien agrega dificultad para que se lleven a cabo tareas cotidianas.
También es muy frecuente –más de lo que la mayoría de las personas pensaría- que la ansiedad tenga un correlato a nivel corporal. Se relaciona con problemas digestivos, dolores estomacales, contracturas musculares, problemas de sueño, entre otros. Cuando se agrava, puede derivar en otro tipo de experiencias, como las denominadas crisis de pánico.
No siempre es necesaria la ayuda profesional en el abordaje de este tipo de sensaciones. Sobre todo en sus formas más atenuadas, técnicas como la meditación o el deporte han demostrado ser efectivas. Sin embargo, cuando la sensación de la persona es más fuerte o más recurrente, en general requiere de ayuda profesional y la psicoterapia es una alternativa sumamente efectiva en el abordaje de esta experiencia. Existen varias denominaciones que corresponden a derivaciones o grados de ansiedad en la persona y que desembocan en otras presentaciones. Dentro de ellas están el estrés, la crisis de pánico, las fobias, el trastorno obsesivo-compulsivo, la agorafobia, el trastorno por estrés post-traumático, el trastorno de ansiedad generalizada, entre otros. Cuando se dan este tipo de situaciones es altamente recomendable buscar ayuda profesional ya que son malestares de gran intensidad que tienden a agravarse con el tiempo.